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16: El Corcho, Sus Virtudes Y Defectos

16: El corcho, sus virtudes y defectos

¡POP!. El sonido que se oye cuando se le quita el corcho a una botella de un buen vino es uno de los sonidos más agradables para los amantes del vino. Pero más que el sonido, al abrir la botella se activan nuestros sentidos y nos preparamos mentalmente para la agradable experiencia de probar y disfrutar ese vino. Las ventajas del corcho son múltiples e incluyen las siguientes: es elástico, lo que permite adaptarse perfectamente al cuello de la botella una vez introducido en esta, no aporta sabores al vino, y mantiene fuera el oxígeno.

En algunas ocasiones la experiencia de abrir una botella no siempre es tan agradable como nos esperábamos ya que en ocasiones ese vino ha sido afectado por uno de los enemigos del vino: el corcho se ha deteriorado, ha permitido que entre oxígeno a la botella y el vino se ha convertido en lo que llaman los expertos “corky wine”. En otras ocasiones el corcho está contaminado con un químico que los expertos llaman el “TLC” (trichoranisole).

Cuando un vino se convierte en “corky” o está contaminado con TLC, se ha deteriorado y tendrá un sabor a húmedo, a cartón, o a papel, y en ocasiones tendrá un olor desagradable. Esa situación, además de ser una experiencia desagradable, puede ser costosa ya que en algunas ocasiones estamos abriendo botellas de gran valor. En otras ocasiones, cuando detectamos que el vino esta “corky” o contaminado, nos pone en la situación difícil de explicarle al sommelier o al mozo que debe traernos otro vino ya que el que abrió no está bueno. Esa situación es aún más difícil si usted se da cuenta de que éste no está bueno luego de haber consumido parte de la botella, o si nos damos cuenta en la casa de alguien quien nos invitó a compartir un buen vino.

Debido al problema constante con los corchos (las estadísticas indican que entre un tres a un diez por ciento de los vinos estarán “corky” o contaminados en el momento en que se abran) muchos productores de vino ya están considerando o utilizando otras alternativas para tapar sus vinos. Entre estas están los corchos sintéticos, las tapas de rosca, o los tapones de cristal o plástico. Ya muchos productores de vinos en Australia, Francia y Estados Unidos empezaron a embotellar sus vinos con estos tipos de tapas, lo que ha creado gran controversia entre los conocedores y amantes del vino.

Los amantes del corcho se niegan a aceptar que se elimine el uso del corcho en las botellas y consideran poco elegante el consumir vinos con corchos sintéticos o tapas de rosca. Otros consideran que el uso de tapas de rosca debe limitarse a vinos de bajo precio, envasados para ser consumidos prontamente, y se niegan a pagar precios elevados por botellas que no tengan un tapón de corcho. Otros insisten en que además del aspecto ceremonial y romántico de remover el corcho, este es un elemento importante en ayudar a que el vino evolucione, se desarrolle y madure mientras esta en contacto con el corcho en la botella. Otros alegan que parte de los problemas creados por otros elementos no relacionados con el corcho, tales como problemas ambientales en las bodegas, falta de limpieza, uso de químicos en la elaboración del vino, y otros, le están siendo injustificadamente imputados a los corchos.

Para tratar de resolver el problema los productores de corcho están invirtiendo millones de dólares en investigaciones para mejorar la calidad de los corchos, incluyendo mejores técnicas de cultivo de los árboles, y de producción de los corchos.

PRODUCCION DEL CORCHO:

Los principales productores de corcho son Portugal, España, Marruecos, y Algeria, entre otros. El corcho se obtiene de la corteza de un árbol conocido como “alcornoque”. Dicho árbol está listo para que se le remueva la corteza a los diez años luego de sembrado, y no estará listo para que se le remueva la corteza nuevamente hasta que no hayan transcurrido otros diez años. La vida promedio de un árbol de corcho es de 200 años, por lo que se estima que un árbol pueda producir alrededor de 20 cosechas de corcho. Una vez cortada la corteza del árbol, esta es hervida, cortada en trozos y sometida a ciertos tratamientos con químicos antes de que se hagan los corchos. Los trozos de la corteza son inspeccionados cuidadosamente, y clasificados de acuerdo a su calidad. Aquellos sin imperfecciones (manchas, perforaciones, nudos) son utilizados para hacer corchos para los vinos más costosos. Los que tienen grietas, manchas, nudos e imperfecciones son utilizados para hacer tapones para los vinos menos costosos.

Aunque la producción del corcho ha aumentado significativamente durante los pasados años, la producción y el consumo de vino ha aumentado mucho más, (hay demasiados CPAs y abogados tomando vino), por lo que se espera que en un futuro no habrá suficiente corcho para cubrir la producción de vino, por lo que no habrá mas alternativa que utilizar los otros tipos de tapones, aunque no nos guste.

EXAMEN DEL CORCHO AL ABRIR LA BOTELLA:

Es muy importante que cuando le abran una botella de vino solicite que le entreguen el corcho para examinarlo. Si al examinar el corcho nota que este está reseco o agrietado, o que está completamente mojado, o que tiene mal olor, o mal aspecto, debe probar el vino con mucho cuidado ya que esos síntomas pueden ser un indicio de que el vino este “corky” o contaminado.

TAMAÑOS DEL CORCHO:

Como regla general los corchos son de tres tamaños. Los más largos son los que se utilizan para vinos que se espera que sean añejados durante muchos años en botella. Los medianos son utilizados para vinos que se espera que se añejen durante algunos años en botella, pero no por un período considerable. Los más cortos son utilizados en vinos que se espera se consuman prontamente luego de ser embotellados (como el Gualicho de Wilkins).

RESUMEN:

Ante la situación planteada, creo que nos tendremos que acostumbrar a que muchos de los vinos a ser embotellados en los próximos años no tendrán un tapón de corcho, dejaremos de oír el “POP” cuando nos abran la botella de vino, y los “fiebrús” (como yo) que guardamos todo los corchos y anotamos en ellos la fecha, lugar y personas con quienes nos tomamos el vino, tendremos que abandonar esa práctica.

Recuerde que estos artículos van dirigidos a personas que no saben mucho sobre el vino. Envíe sus preguntas o comentarios a rey@hablemosdevino.com

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