13: Más vinos orgánicos y vinos artesanales
Según nos vamos adentrando en el fascinante mundo del vino, y después de haber leído mis primeros 13 artículos sobre el vino nos creemos que somos unos “connosieurs”, enófilos graduados, y ya no nos interesa el Gualicho de Wilkins, ni el Gato Negro o el Gato Blanco. Ya probamos todos los vinos argentinos y chilenos que recomendé en mis artículos anteriores, y estamos listos para aventurar con vinos diferentes. Entonces podemos pensar en los vinos orgánicos y en los vinos artesanales. ¿De que se trata esto? A continuación les explico:
VINOS ORGANICOS:
La preocupación del ser humano por proteger el ambiente y por consumir productos naturales, sin químicos, y sin aditivos, ya ha llegado también al mundo del vino. En muchas ocasiones oímos a alguien hablar sobre los vinos orgánicos y no sabemos exactamente a que se está refiriendo (fíjense que indique vinos “orgánicos y no vinos “orgásmicos”). Para que tengan una idea general sobre a que nos estamos refiriendo cuando hablamos de vinos orgánicos a continuación les explico en que consisten los mismos, como se producen los mismos, y quienes son los productores de estos vinos.
Lo primero que debemos saber es que como regla general el cultivo de las uvas conlleva que se fertilicen los terrenos con fertilizantes y químicos, que se combatan las plagas e insectos con insecticidas, que se aplique herbicida a los viñedos, que se le administren nutrientes artificiales a la vid durante el proceso del crecimiento de las uvas, que luego de recogidas las uvas se sometan a procesos de limpieza utilizando químicos, que se utilicen levaduras y otros químicos para lograr la fermentación del vino, que se le añadan ciertos químicos al vino durante el procedimiento del envejecimiento, que se laven y desinfecten los corchos con ciertos detergentes y productos químicos, y por último, que se utilicen detergentes y productos químicos en el lavado de las barricas, tanques y botellas donde se almacena y envasa el vino. Todo esto conlleva que residuos de esos químicos se conviertan en parte del vino y que entren a nuestro organismo cuando nos tomamos el vino.
Durante los últimos años ciertos productores de vinos preocupados por proteger el ambiente, y por proteger a los consumidores de sus vinos de los efectos nocivos de los químicos en el vino (fíjense que lo nocivo son los químicos y no el vino) han desarrollado ciertas técnicas de producción de vino eliminando el uso de químicos o sustancias artificiales en todas las fases de la producción del vino. Estos productores por lo general son pequeñas bodegas, con producciones limitadas, que utilizan los mismos métodos primitivos de producción que utilizaban nuestros antepasados. Por regla general utilizan variedades de uvas nativas (criollas) no utilizan fertilizantes artificiales en sus fincas y abonan sus plantas con estiércol, materia orgánica, y otros productos naturales. Para combatir las plagas e insectos no utilizan insecticidas químicos y en cambio permiten que en sus viñedos se reproduzcan otros insectos no nocivos a las plantas pero que se encargan de atacar a los insectos dañinos a las plantas. Otra técnica que utilizan para combatir los insectos es sembrar en sus viñedos ciertas plantas frutales que atraen pájaros que se alimentan de las frutas y de los insectos en los viñedos.
Para fermentar sus vinos usan levaduras naturales, o usan la fermentación espontánea que producen las propias uvas cuando se almacenan en un tanque. Tampoco utilizan químicos para lavar sus barricas, botellas y corchos, y en cambio utilizan agua de lluvia para toda la limpieza. Por ultimo, los vinos orgánicos no son sometidos a ningún método de filtración, por lo que suelen tener mucho sedimento. Esto hace necesario que sean cuidadosamente decantados antes de tomárselos.
La filosofía que siguen los productores de vinos orgánicos es que mientras menos el hombre manipule la tierra, las uvas y el vino, más puro, natural y saludable será el vino.
La práctica de producir vinos orgánicos se ha propagado por muchos de los países productores de vinos, entre ellos Estados Unidos, Francia, Italia, Australia y España. Aunque aún no existe regulación oficial para controlar la clasificación de los vinos orgánicos, se requiere que para que un vino pueda catalogarse como orgánico por lo menos el 70 % de las uvas que se utilicen para producirlo deben ser cultivadas bajo los procedimientos antes descritos.
Los que se las echan que saben mucho sobre el vino dicen que en los vinos orgánicos se detectan mucho más fuertes los olores y sabores a frutas frescas, hierba recién cortada, flores y otros productos vegetales.
VINOS ARTESANALES:
Hay quienes dicen que todo productor de vino es un artesano. Esto no le aplicaría a aquellos productores que persiguen la “globalización” del vino, producen miles de cajas de vinos anualmente utilizando tecnología moderna, altamente mecanizada, en la cual la mecanización va desde el recogido de las uvas hasta la embotellación de los vinos. A diferencia de esos productores altamente mecanizados hay ciertos productores pequeños donde son los mismos dueños quienes dedican gran esmero y cuidado en la producción de sus vinos, supervisan personalmente todo el proceso desde el sembrado de la vid, cuido de la vid, el proceso de crecimiento del fruto, recogido de la uva, y producen el vino utilizando métodos tradicionales. Inclusive, la embotellación del vino en algunos casos se hace manualmente. Estos se han ganado para sus vinos el adjetivo de vinos artesanales (algunos de ellos son los mismos productores de vinos orgánicos).
Por desgracia, la mayor parte de esos vinos artesanales no se exportan y se consumen localmente en los mismos países que los producen. La explicación para esto es de naturaleza económica, ya que si no se producen grandes cantidades de un vino es difícil conseguir un distribuidor que se interese en ellos, ya que para darlos a conocer en el país al cual se exporten se requiere una inversión significativa en publicidad y promoción.
Para consuelo de los que nos gusta probar vinos no conocidos hay algunos importadores valientes que se dedican a establecer contacto con algunas bodegas pequeñas y les compran toda o parte de su producción. En Puerto Rico los precursores de este movimiento son Merle y Maza, localizados en Guayama, quienes traen a Puerto Rico los vinos de bodegas pequeñas poco conocidas, la importadora Pecatun Originale propiedad del Ex -Senador Aurelio Ortiz Daliot también esta importando vinos artesanales, y también lo está haciendo Tito Colorado en su importadora Chateu Rouge. También Méndez & Co. ha conseguido exclusividad con algunas bodegas pequeñas en España y están trayendo a Puerto Rico varios vinos artesanales.
A los que les gusta visitar la ciudad de New York les recomiendo que visiten la tienda de vinos “Sea Grape Wine Shop localizada en la 512 Hudson Street en el East Village. Ellos se dedican a importar y vender vinos de bodegas pequeñas y tiene una variedad excelente de vinos artesanales. Su dirección en el internet es: seagrapeswines.com. Si visitan la ciudad de Mendoza en Argentina pueden visitar las bodegas Carmelo Patti, y Dolium que son ejemplos típicos de bodegas artesanales.
Salga de la rutina y la próxima vez que vaya a comprar vinos procure los vinos orgánicos y los artesanales para que disfrute de una experiencia distinta.
Recordamos nuevamente que estos artículos van dirigidos a los que no saben mucho sobre el vino. Para preguntas o comentarios comuníquese a reyquinones@hablemosdevinos.com