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28: Pinot Noir Vs Cabernet Sauvignon

28: Pinot Noir vs Cabernet Sauvignon

Los grandes Pinot Noirs son los predilectos de los poetas y los filósofos.

La uva Pinot Noir es una uva de origen francés, la cual era mayormente utilizada en la elaboración del Champagne. Originalmente se comenzó a cultivar en la zona de Burdeos y la zona de Champagne. Es una variedad de uva con pocos taninos y acidez relativamente baja.

 Los vinos producidos con la uva Pinot Noir suelen ser tintos de color mediano, con aromas profundos. Los vinos jóvenes rara vez tienen el color, la amplitud y la potencia de los Cabernet. Suelen ser vinos balanceados, sutiles, sensuales, ni demasiado evidentes, ni demasiado autoritarios. Muchos tienen aromas y sabores a vainilla, especias, fresas, pimienta negra, frutas obscuras, o nueces. Algunos expertos piensan que son vinos femeninos o afeminados.

Los que se las echan de gourmet recomiendan que los Pinot Noir se acompañen con rissoto, platos basados en setas, quesos, mariscos, aves, conejo, y platos livianos.

Los Pinot Noir más conocidos vienen de Francia y Estados Unidos, particularmente de California y Oregón. Aquellos cineastas que vieron la película “Sideways” recordarán al actor Paul Giammatti (quien era un escritor y poeta de  fracasado) tratando de seducir a Virginia Madsen (quien era una buena hembra que trabajaba como “waitress” en un restaurante) hablar sobre las virtudes del Pinot Noir en términos casi poéticos, espirituales. Sabemos que no la pudo seducir hasta que la invitó a un Cabernet Sauvignon.

Últimamente la uva Pinot Noir se ha ido propagando a otras zonas vinícolas y ahora la encontramos en países como Italia, Argentina, Nueva Zelandia, Alsacia, Suiza, Alemania, Austria, y Hungría, entre otros.

Los bebedores de Pinot Noir son gente sencilla. Si son hombres, probablemente han usado una corbata tres o cuatro veces en su vida (probablemente la misma) y no les importa ni les preocupa mucho si el vino que se están tomando tuvo una puntuación de 80 o 95 en el Wine Spectator. De hecho, algunos bebedores de Pinot Noir se preocupan si alguien dice que algún Pinot Noir obtuvo más puntos que los puntos que bajó el Dow Jones ese día. Inclusive, algunos de ellos piensan que Dow Jones es un pitcher de los Yankees de Nueva York, o que es un Congresista Republicano amigo de Carlos Romero Barceló.

A ellos les encanta almorzar en El Popular en la Plaza de Mercado de Santurce, o en La Casita Blanca en Villa Palmeras. De vez en cuando se olvidan del Pinot Noir y les gusta “darse su fría”. Casi siempre son socialistas o independentistas (aunque algunos son “melones”). Muchos guían una guagua Cherokee de segunda mano o un Toyotita maltrecho. Suelen ser fieles a su pareja y no creen en el uso de contraceptivos, por lo que sus familias suelen ser numerosas.

Muchos pasan sus vacaciones en Boquerón o en Santo Domingo, y viven de cheque en cheque. A veces toman un crucero por el Caribe (triple cabina, $299.00 por persona, todo incluído), o echan un fiao para poder ir a Disney cada tres años. Sus hijos estudian en “La Vila Mayo” o en el Colegio Bautista de Carolina y rara vez van a estudiar a los Estados Unidos. Compran su Pinot Noir en Pueblo o en COSTCO, dos botellas a la vez, y nunca las comparten con sus vecinos, quienes son bebedores de Vodka con Cranberry o de Medalla.

Los amantes del Pinot Noir son gente desconfiada y se ponen sospechosos cuando les sirven algún Pinot Noir tan oscuro que parezca un Shiraz o un Cabernet Sauvignon. Piensan que ese Pinot Noir no es puro y esta mezclado con alguna otra uva. Lo ven como si a algún americano rubio le naciera un nieto trigueñito, o como si a algún puertorriqueño trigueñito le naciera un nieto rubio. Piensan, cuando eso ocurre, que “hay que prender el letrero de investigación” como dicen en el hipódromo.

A estos amantes del Pinot Noir les encanta la carne guisada, las patitas con garbanzos, y no frecuentan restaurantes de lujo. Lo más extravagante que hacen en asuntos de comida es escaparse para Ponderosa a comerse y que  “un buen steak”.

Suelen ser conservadores en asuntos familiares. Cuando se enferman acuden al Hospital del Maestro, o al Federico Trilla en Carolina. Velan sus muertos en la Funeraria El Buen Pastor en Bayamón, y los entierran en el Cementerio Municipal en Barrio Obrero. Sus divorcios son sencillos, casi siempre por mutuo consentimiento. La partición la hacen en la mesa del comedor, sin abogados. La casa en Country Club, junto con la hipoteca, para ella. Ella también se queda con los muchachos, los muebles y el perro. La pensión alimenticia rara vez pasa de $300.00 mensuales. El se lleva su ropa, su Cherokee de segunda mano, y sus dos botellas de Pinot Noir. Esos poetas son gente sencilla.

La uva Cabernet Sauvignon es la uva preferida por la mayor parte de los productores de vinos en todo el mundo. Se le llama “la reina de las uvas”. Se utiliza exclusivamente en la elaboración de vinos tintos y produce vinos fuertes, austeros, tánicos, con un color intenso, complejos, y poderosos. Su origen también es francés, en la zona de Bourdeaux,  pero se ha propagado a todos los países productores de vino en el mundo. Actualmente se cultiva en Estados Unidos, Australia, Chile, Argentina, España, África Del Sur, Líbano, Grecia, Italia, y Francia, entre otros. Su carácter y calidad son inigualables. Se utiliza mucho en mezclas con otras uvas (blending), entre ellas Merlot, Shiraz, Malbec, Sangiovese, y Cabernet Frank, entre otras. Trae a esas mezclas color, estructura, refinamiento y complejidad, lo que hace que sean unos vinos espectaculares.

Los vinos elaborados con la Cabernet Sauvignon son vinos más duraderos, hechos para envejecerse. En estos vinos encontrará aromas y sabores a tabaco, minerales, maderas, ciruelas, chocolate, menta, eucalipto, especias, y vegetales, entre otros. Estos vinos, una vez embotellados, requerirán de 5 a 10 años para alcanzar su plenitud, y muchos estarán en esa plenitud por 15 o 20 años más.

Los gourmet recomiendan que el Cabernet se acompañe con carnes rojas, costillas, cordero, pastas con salsa roja, pizza, quesos fuertes y platos con salsas fuertes o mucho condimento. Los grandes Cabernet Sauvignon son los predilectos de los Contadores, los Abogados y los Médicos.
Los bebedores de Cabernet Sauvignon son gente complicada. Algunos usan trajes italianos y corbatas de seda, guían un Mercedes Benz o un BMW, tienen casa de playa, y a muchos, inclusive ya se les ha caído el pelo. Siempre están pendiente de la puntuación que obtuvo el vino que se van a beber y bajo ninguna circunstancia beben ningún vino que haya obtenido una puntuación menor de un 85.

Rara vez beben vinos blancos aunque les gusta mucho el Champagne. Compran sus vinos por cajas en la Bodega de Méndez o en la Boutique du Vin. Leen el New York Times y The Economist, y les encanta almorzar en el Bankers Club y en Pikayo en el Museo de Bellas Artes.

Estos bebedores de Cabernet van regularmente al gimnasio, y sus esposas tienen un “personal trainer”, Algunos practican el golf, el squash, y el  adulterio. Rara vez tienen más de tres hijos. Suelen ser republicanos y pasan sus vacaciones en Europa o esquiando en Poconos, en Nueva York. A veces se escapan para Argentina y dan el recorrido clásico del bebedor de Cabernet Sauvignon: Buenos Aires, Iguazu, Bariloche, y el Cruce Andino.

Algunos tienen grandes inversiones en “real estate” o inversiones en valores, aunque algunos también viven de cheque en cheque y le deben el alma al Banco Popular. Muchos estudiaron en Columbia, Loyola o Tulane, aunque algunos no pudieron entrar más que al Santa Fe Community College. Sus hijos estudian en el Colegio San Ignacio, en el Robinson School en el Condado, o en el Colegio San José (algunos de esos muchachos si los evaluaran sin tomar en consideración quiénes son sus padres, no cualificarían ni para la Escuela Vocacional Miguel Such en Cantera).

Estos bebedores de Cabernet suelen ser personas complejas. Si se enferman consultan un médico local pero buscan una segunda opinión en los Estados Unidos. Se hospitalizan en Mayo Clinic, o en el John Hopkins Hospital. Velan sus muertos en Ehret o en Buxeda, y los entierran en panteones exclusivos en cementerios privados. Sus divorcios son un desastre, casi siempre por adulterio. Toman varios años, cambian de abogado varias veces, pelean hasta por el Osterizer, y al final terminan como el rosario de la aurora. Ella se queda con la casa en Garden Hills, gran parte de las inversiones, las obras de arte y el personal trainer. El se queda con el apartamento en Palmas, el Mercedes, la amante, y con la obligación de pagar una pensión alimenticia de $7,000.00 mensuales.

Analiza tu vida y contéstate esta pregunta: ¿Eres un poeta o un Contador?

Recuerda que estos artículos van dirigidos a personas que no saben mucho sobre el vino. Para comentarios o preguntas comunicarse a: rey@hablemosdevinos.com. Copia de todos los artículos anteriores los puedes encontrar en la siguiente dirección: www.hablemosdevinos.com

Esta entrada tiene 2 comentarios
    1. Disiento con los datos referidos a ambas cepas y las generalizaciones banales derivadas en opiniones prejuiciosas y con estereotipos groseros.
      Si la intención «literaria» fue generar empatía con los amantes del vino, no lo logra en absoluto. Más bien, causa incomodidad ante el desatino de sus comparaciones.

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